~this world ends with me...

Siete.


Hay algunos números especiales. El siete es uno de ellos. Desde las culturas antiguas, se asocia a la magia, al misterio... Siete son los días de la semana, el continuo dèja vu en el que basamos nuestra vida. Siete los colores que percibimos en nuestro rango de visión, desde el rojo, que simboliza la pasión y el fuego, hasta el ambiguo violeta. Los pecados capitales (o pasiones secretas que todos hemos deseado cumplir). Las maravillas del mundo. Las notas musicales, que tú transformas en magia cada vez que te sientas al piano.

Definitivamente el siete está presente en nuestra vida. En la tuya, en la mía, en la de todos. Además, hoy hace siete meses que entraste en mi vida (aunque ya estuvieras dentro).

Siete deseos (o más) que quiero pedir cuando estoy contigo.


Never too late~

Ella cogió la pistola, y apuntó a su cabeza. Sus problemas la habían ahogado, y se sentía atrapada por su pasado, hasta el punto en que el suicidio era la solución más viable. Sin embargo nunca llegaba a apretar el gatillo. Algo la detenía, no sabía por qué.

Cada vez salía menos a la calle, prácticamente vivía recluida en su diminuto apartamento. Como un animal. Lo que ella entendía como su refugio se convertía cada día más en su prisión. Y aunque la casa se le echara encima, solamente la abandonaba para comprar alimentos, y otras tareas rutinarias.

En una de esas ocasiones, al abrir el buzón encontró una nota anónima, con un texto que la dejó trastornada:

“Nunca es demasiado tarde”

¿Demasiado tarde? ¿Para qué? Aborrecía los misterios, las preguntas sin resolver. Hace años le habría encantado todo aquello, pero ahora ya no tenía esperanzas ni motivación alguna. Volvió a su intento de suicidio rutinario, optando esta vez por las pastillas. Una, dos, tres... sacó del frasco la dosis que sin duda la mataría.

Una pastilla.

“Nunca es demasiado tarde”

El enigmático mensaje seguía en su mente. ¿Por qué se lo habían enviado a ella?

Dos pastillas.

¿Acaso alguien la conocía? ¿Acaso sabían de su situación?. Había tomado dos somníferos muchas veces, pero nunca se tomaba el tercero, que la alejaría de ese mundo.

El efecto de los somníferos comenzaba a notarse, y sintió que su conciencia se desvanecía. Pero la intriga de aquel mensaje le impidió marcharse. Ahora tenía una motivación. Iba a descubrir quién era la persona que se lo había enviado, y por qué.

Se desmayó, dejando de caer el bote de pastillas al suelo. No sabía cuánto tiempo pasaría inconsciente, pero ahora tenía algo que hacer.

Nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo.

Even if I say
It'll be alright
Still I hear you say
You want to end your life
Now and again we try
To just stay alive
Maybe we'll turn it around
'Cause it's not too late
It's never too late