~this world ends with me...

¡Felicidades Cris! ^^

El 11 de Enero de 1992 ocurrió en Elche algo especial. Y eso que el año 92 ya era especial de por sí (fue el año de la Expo, de las Olimpiadas de Barcelona...). Pero también ese día ocurrió una de las mejores cosas, no conocida por todos, pero realmente importante para algunos: ese día nació una persona a la que conozco de hace un par de años, y que cuando la conocí no imaginé que se convertiría en una parte tan esencial de mi vida.

En 1º de Bachiller te conocí, y me caíste bien, a pesar de no conocerte mucho, eras una persona con la que me gustaba hablar de vez en cuando, una compañera muy buena. Sin embargo, fue en 2º cuando realmente cambió todo. Te viniste a mi clase, y entonces mi relación contigo aumentó. De compañera a amiga. De chica a la que ayudaba con los estudios, a chica que me contaba sus secretos. De echar unas risas en clase a confiar plenamente en ti. Compartimos fiestas (en Sombar), momentos de risa en clase, momentos de sinceridad cada vez que podíamos...

Y ya fue este verano (posiblemente el mejor verano de mi vida) en el que nuestra amistad llegó al punto culminante en el que se mantiene ahora. Ya puedo decir que eres una de las personas más importantes para mí, una de mis mejores amigas, y quiero que eso se mantenga para siempre. Siempre que quieras podrás contar conmigo, y quiero que sepas que me tienes aquí para lo que quieras.

Sólo espero que compartamos más momentos juntas. Más fiestas, más secretos... Quiero divertirme a tu lado, alegrarte el día, intentar que no te rayes demasiado (aunque a veces es difícil xD).

Y sobre todo, quiero felicitarte, desearte que disfrutes tus 19 aún más que los 18, y esperar que seas feliz, que es lo más importante.

¡Felicidades!

Cruce de caminos

Me da vértigo el punto muerto, y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos, y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me arruinan las prisas, y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recta. Me inervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera, me cansa tanto trafico y tanto sin sentido.
Parado frente al mar, mientras el mundo gira.

(Extremoduro)





Ya son tres días de viaje y aunque sé que yo elegí esto me doy cuenta de que necesito un descanso. No se puede huir eternamente. Cuando estoy a punto de rendirme, en la lejanía, veo un cruce de caminos, una bifurcación, que puede no cambiar nada, o bien cambiarlo todo. El camino de la izquierda se ve más sencillo, con indicaciones, señales, llano, sin piedras por medio... pero en él me dicen exactamente hacia dónde y cómo debo ir. El de la derecha, al contrario, es una ruta de montaña, llena de obstáculos, posiblemente más peligrosa, pero más imprevisible. No sé a dónde me conducirá. Esta elección consigue que detenga mi camino por unos instantes, que me pare a pensar, como no había hecho desde que salí de viaje. ¿Debo elegir lo fácil pero previsible, o lanzarme por una vez, y dejarme llevar, sin saber mi ruta ni mi destino? Cuando por fin tomo la decisión miro al frente, y me dispongo a dar el primer paso, el que lo determinará todo.

Comienzo a andar entre ambos caminos, ya que no quiero elegir ninguno de los dos. El centro es mi decisión. No necesito un camino que me guíe, ni un destino claro. Tampoco necesito descubrirlo a medida que avanzo.

Tiene que haber otra manera de ir,
una manera que sea mucho mas factible
Una combinación de estas dos mentiras
Voy a establecer tu ruta sin elegir un lado