Con esta entrada inauguro una serie en la que hablaré de películas que considero imprescindibles. De esas que emocionan, sorprenden, te cortan la respiración y te dejan pensando en ellas durante semanas. Si no sabes qué película ver puedes guiarte por mis recomendaciones. Eso sí, no garantizo que produzcan ese efecto en todo el mundo :)
Empiezo:
El orfanato
No sé si la incluiría entre mis películas favoritas, pero está claro que no deja indiferente. No es una de esas películas de miedo cuyo único fin es asustar, en las que la historia es mala y predecible. Esta se centra en los personajes (trata de una madre que busca a su hijo al que ha perdido, y que no parará hasta que lo encuentre. Belén Rueda borda su papel) y en la atmósfera de tensión más que en los sustos (aunque hay un par de sustos muy efectivos).
Lo mejor: Ese ambiente de tensión que mantiene todo el tiempo. Y su final.
Lo peor: También el final, ya que es algo enrevesado, y puede ser difícil de comprender.
La vida es bella
¿Quién no conoce esta película? Se trata de una historia acerca del Holocausto nazi, pero tratado de forma diferente. Cuenta la historia de un joven judío llamado Guido, que en la primera parte de la película trata de conquistar el corazón de la chica a la que ama (que está prometida con un general nazi). Emplea todos sus recursos, y por fin lo consigue. La pareja tiene un hijo, al que llaman Josué. Pero un día toda la familia es llevada a un campo de concentración, y Guido deberá luchar para que su hijo no se dé cuenta de la situación en la que está. Por eso le hará creer que se encuentran en un juego, y hará lo posible para salir con vida de allí. Es una película muy emotiva, que provoca risas y lágrimas, y de la cual nunca te olvidas.
Lo mejor: La forma en que está contada la historia. Sus puntos humorísticos (al principio) y sobre todo su emotividad.
Lo peor: Que seas demasiado sensible...
